Este 12 de octubre, una nueva estatua de Colón fue removida de su pedestal. Paseo de la Reforma, México. El discurso oficial de las autoridades locales habla de una “restauración en profundidad”, pero la jefa de Gobierno de Ciudad de México, perteneciente al mismo partido político que el presidente López Obrador (Morena), se abrirá un debate para decidir el emplazamiento del monumento. Hace ya un tiempo el propio López Obrador solicito a la Corona Española y a la Iglesia católica un pedido expreso de perdón por el daño causado por la conquista y la colonización.

Cuando Cristóbal Colon desembarcó en la playas de Bahamas , con menos de 100 hombres, no imaginó el poder multiplicador de su gesta en la transformación del mudo desde todos sus aspectos, cultural, económico , político y social.

El imaginario colectivo viaja a una conquista casi hollywoodense del continente, con caballeros de armadura desembarcando cual marines norteamericanos y arrasando con indígenas mal vestidos, desnutridos e ignorantes.

Sin embargo cuando de verdad se quiere conocer sobre este encuentro entre dos mundos, se descubre una “guerra de indios contra indios” donde los españoles (como luego los portugueses, franceses, ingleses…) aprovecharon las divisiones internas de los pueblos indígenas enfrentados, articularon alianzas con sus facciones y consiguieron así someter imperios con una combinación de fuerza, diplomacia, astucia y golpes de fortuna.

Cómo podemos entender sino, que en 1521 el poderoso imperio azteca de México y su capital Tenochtitlán, con más de 200.000 habitantes ya amanecieran bajo el poder de Hernán Cortés y sus 500 soldados y 100 marineros que salieron de Cuba en 1519.  Al llegar a esa capital imperial, ya habían conseguido el apoyo de un millar de guerreros totonacas o los 3.000 guerreros tlaxcaltecas opuestos al brutal dominio azteca.

Lo mismo podemos decir al tratar de explicar lo inexplicable: que un puñado de 200 españoles y 30 caballos que salieron en 1532 de Cajamarca al mando de Francisco Pizarro, haya dominado a una nación imperial de 14 millones de súbditos.

De hecho, desde mediados del siglo XVI, la marginación del caudillo de guerra por el mundo criollo, la Corona y la Iglesia preocupada por los “justos títulos de conquista”, se constató el surgimiento de un verdadero concepto de anti-conquista, como modelo cooperativo sobre el que construir el futuro híbrido de un Nuevo Mundo. 

La presencia de comunidades indígenas incluso en órganos de gobiernos españoles, del rol de defensa armada e incluso de presencia militar de protección de las tribus aliadas sobre los asentamientos de criollos, del mestizaje que se imbricó en la sociedad el nuevo mundo durante 3 siglos entre el descubrimiento y la independencia, deja muy lejos de la realidad el arquetipo de sometimiento que se intenta sostener. Se habla de genocidio en un continente que muestra una composición étnica que denuncia un 38% de componentes indígenas en las poblaciones actuales, que se antepone a un magro 3% en el caso del continente del norte (donde sin dudas se puede hablar de genocidio)

Creo que América ha caído en la peor de las trampas dialécticas y éticas:  la victimización.

España no debe pedir perdón por perseguir sus intereses en un tiempo donde hacer la guerra, matar y conquistar eran medios aceptados de la lucha por la supervivencia de los estados.

América no debe depender anímicamente de una actitud extraña asi misma para comprender y estará orgullosa de su historia ni debe dudar ni un momento en la forma en que acuno su destino

América fue cuna de sus primeras universidades en momentos en que Europa luchaba por entender quién era y hacia dónde debía dirigirse.

Hoy es mucho más que sus pueblos originarios y no debe limitarse a ver identificada solo con ellos.

América fue España y su sociedad criolla ya tenía vida e identificación propia mucho antes qua la máscara de Fernando VII fuera necesaria.

Ni siquiera el mitológico e invencible Pizarro, vaciado en bronce sobre su caballo, ha resistido en los últimos años las discrepancias históricas. Dos estatuas idénticas, según la crónica periodística, fueron esculpidas por el artista estadounidense Charles Cary Rumsey y enviadas a principios del siglo pasado a Trujillo y a Lima, la ciudad fundada por Pizarro en 1535. La primera de ellas sigue presidiendo la Plaza Mayor de la localidad española. La otra ha sido reubicada de un sitio a otro, cada vez menos visible, de la capital peruana; la última en 2003.

Una de las veces que en Lima se discutía qué hacer con la estatua de Pizarro, el historiador peruano José Antonio del Busto, no se refirió al conquistador como héroe, pero sí como un personaje que ayudó crear las bases del Perú moderno: el inicio del mestizaje, la implantación del cristianismo, la fundación de sus principales ciudades y la enseñanza de una lengua común. “Nosotros somos descendientes de los vencidos y de los vencedores. Pero no somos ni vencedores ni vencidos”, escribió Del Busto. “Somos el resultado de ese encuentro”.

Debe entonces España librarse de su mochila histórica y saldar una deuda que si tiene con América. Esa deuda va más allá del perdón y la política 

David Jimenez escribe en el New York Times que la deuda de España es simplemente la verdad. ¨Que las víctimas de la Conquista no merezcan ningún protagonismo en la Casa Museo de Pizarro, en su ciudad natal de Trujillo, indica lo lejos que España está aún de asumir el lado más oscuro de su etapa colonial. Los guías turísticos de la localidad extremeña prefieren centrarse en la victoria del guerrero español sobre 40.000 incas con tan solo doscientos soldados de su lado o su determinación para emprender las misiones más valientes. ¨

España está a tiempo de pagar lo que nos debe a todos… un relato veraz, con miserias y grandezas, con egoísmos y empatía cultural… el reconocimiento de las dos caras de la moneda que fue el más impresionante encuentro cultural entre dos civilizaciones que haya mostrado la historia del planeta.

(https://www.enperspectiva.net/en-perspectiva-radio/la-hora-global-colon-conquista-y-perdon-voto-de-europa-en-noviembre-t02p24/)

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