El ser humano tiene necesidades y legítimas aspiraciones materiales, profesionales, sociales, artísticas y espirituales; también aspira al perfeccionamiento de las virtudes, al desarrollo de la personalidad y al disfrute de la experiencia vital que, en general, se resume a la búsqueda de la felicidad. Además de cada persona de manera individual, la humanidad dispone de la capacidad de progresar, cimentando sus expectativas sobre los logros de las generaciones precedentes.

Los derechos humanos, inspirados por la propia naturaleza racional, son el medio y la justificación de tales necesidades y aspiraciones. Estos, por su propia esencia, son de carácter universal.

El ser humano necesita de la comunidad para la colaboración mutua, el progreso propio y ajeno de las obligaciones y anhelos humanos, y la creación de un gobierno e instituciones públicas que regulen y garanticen el disfrute común de estos derechos y los representen. Dado el carácter universal de estos, dicha comunidad incluye a la totalidad de la especie humana, en la que todos sus integrantes adquieren el rango de ciudadanos del mundo.

Los derechos humanos son la proclamación de la ley natural en lo concerniente a las propiedades que definen al ser humano y las relaciones con su entorno, dado que su obstaculización o negación limitan su progreso. La ley natural también dispone derechos para los seres vivos en general, especialmente a la vida y a la libertad, ya que sin ellos ninguna criatura puede cumplir con el hecho fundamental de ser quien es conforme a su naturaleza. La humanidad, a causa su creciente impacto sobre la vida, tiene el deber y la responsabilidad de cuidarla en cualquiera de sus formas y de representarla en toda la extensión de su influencia.

Por otra parte, el Estado universal representa la evolución lógica de la humanidad y el camino para alcanzar la paz perpetua y superar las fronteras, es sinónimo de justicia, permite encarar los desafíos globales, la gestión de los recursos, de los avances científicos y tecnológicos y el establecimiento de unas condiciones laborales justas y equitativas. También da esperanza, facilita el pleno desarrollo de las nuevas generaciones y, además, es viable.

Translate »