La Ciencia, y la Neurobiología en particular, confiesan no saber qué es la Conciencia. (¿con-ciencia?…)
No pueden dar solución a su erróneo planteamiento: cómo emerge el pensamiento a partir de la actividad química y eléctrica del cerebro.
Hay distintas definiciones de la Conciencia:
– “Conocimiento que el ser humano tiene de su propia existencia, de sus estados, y de sus actos”.
– “El inteligible resultado del procesamiento de información que tiene lugar en el interior del cerebro”.
– “Capacidad de organizar dinámicamente las redes de comunicación cerebrales”…. etc.
Se pregunta la Neurobiología y la Psicología materialista cómo puede la materia convertirse en imaginación, cómo la actividad de las neuronas bajo el neocórtex, del “claustro”, pueden generar imaginación y subjetividad…  
Pero también afirman que la Conciencia humana es capaz de ser consciente de ella misma, es decir, que además somos conscientes de que somos conscientes, y le llaman metaconsciencia o autoconsciencia. 
En esto último coincidimos y es además nuestro punto de interés: si la evolución nos ha traído hasta aquí, ¿podemos cada uno de nosotros hacer algo concreto para activar la Conciencia consiguiendo su despertar?
Nos encontramos en el segundo paso:
“El propósito de la Vida es crear Conciencia”
El cerebro humano contiene unos cien mil millones de neuronas conectadas entre sí. Estas conexiones se denominan “sinapsis”.
Pero nuestro interés no es el de la Neurobiología ni el de la Psicología, sino el Despertar de la Conciencia.
Veamos desde nuestra perspectiva cómo funciona el psiquismo humano:
El centro de operaciones es la “Conciencia”.  Conciencia recibe y envía estímulos (bits de información) desde y hacia: Sentidos (externos e internos), Memoria, y Centros (Intelectual, Emotivo, Motriz y Somático). Todo ello lo estudiamos en capítulos anteriores.
Conciencia trabaja además “con distintas intensidades”: son los “Niveles de Conciencia” (los estudiaremos en el próximo capítulo).
Siguiendo el esquema del psiquismo y sus conexiones podremos entender cómo trabaja.
(Hay quienes lo relacionan con el funcionamiento de cualquier ordenador: Sentidos: ventanas por las que entra la información: teclado, pantalla táctil, ratón, escáner … ; Memoria: disco duro, memoria RAM … ; Conciencia: CPU o unidad central de proceso … ; Niveles de conciencia: intensidad y velocidad de trabajo de los chips … ; Centros de respuesta (I, E, M, S): respuesta o salida de la información procesada hacia pantalla, impresora, internet …) ….
Índice de funciones de “Conciencia y sus conexiones”
Nuestras definiciones y modos de trabajo de la Conciencia
Más definiciones
El “campo de operaciones” de la Conciencia es el “Espacio de representación”.
Conciencia trabaja en modo abstracción con la parte intelectual del Centro Intelectual (Ii).
Conciencia trabaja en modo asociación con la parte motriz del Centro Intelectual (Im).
La Conciencia trabaja con “actos y objetos de conciencia” resultando un modo evolucionado, sofisticado y elegante del mismo funcionamiento del “estímulo-respuesta” de todos los seres que nos antecedieron, desde los unicelulares hasta nosotros.
Los datos o estímulos que llegan desde Sentidos o desde Memoria son procesados por Conciencia, pero ésta puede cometer errores.
Funciones y modalidades de trabajo que realiza la Conciencia.
La atención es el instrumento capital del trabajo de la Conciencia.
“Aquí y Ahora” es imposible sin atención.
El campo de presencia es para la atención como la luz de la linterna con su foco dirigido al objeto de observación.
El campo de copresencia es la luz progresivamente atenuada que rodea al campo central de presencia.
Recorrido: entrada del dato por uno o varios Sentidos como estímulo, que se transforma en sensación y percepción (que puede originar apercepción si hay atención) e incluso división atencional (al objeto y a uno mismo) dando lugar a la Conciencia de Sí, que es un nuevo Nivel de Conciencia que trasciende la habitual vigilia ordinaria.
La “división atencional” posibilita atender al mundo y simultáneamente a uno mismo.
Cuando la atención es secuestrada por algún objeto (la TV por ejemplo) queda apresada, identificada, y pierde su libertad quedando en un estado próximo a la hipnosis.
Éste es el nuevo Nivel de Conciencia al que la Humanidad está llamada a alcanzar y disfrutar.
Cuando se está en este Nivel de Conciencia surge la verdadera libertad: el sujeto “ve y se ve”, el sujeto observa el mundo y simultáneamente se observa a sí mismo percibiendo sus procesos mentales respecto a la realidad que aparece. 
El verse a sí mismo abre la opción a dar distintos tipos de respuestas al mundo, lo que produce la libertad de elegir en vez de reaccionar de modo automático.  Esto diferencia al sujeto dormido del despierto independientemente del objeto, escenario o temática que el mundo presente.
Esta libertad es interior e intrínseca y nada tiene que ver con posicionamientos ni creencias de ningún tipo respecto a acontecimientos del mundo sean cuales fueren.
  
En momentos de crisis como la presente, no son los acontecimientos ni el mundo lo que debe cambiar, sino la Conciencia dormida de cada Ser Humano.
Una vez el Despertar de la Conciencia se vaya produciendo en los individuos, de modo simultáneo el mundo reflejará ese cambio y el cambio de todas sus estructuras.
No va a haber un Nuevo Mundo sin una nueva Conciencia, pero ésta no estará basada en la sustitución de unas creencias por otras, sino en la superación del viejo Nivel de Conciencia mecánico y su antigua Forma Mental sufriente que ya está siendo sustituida por el Amor a todos los seres, a la Vida, a la Naturaleza y al Espíritu.

Próximo capítulo: Niveles de Conciencia

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