Virginia Mego López

La mayor parte de mi vida la he pasado dormida. El día que fui consciente de que ningún animal no humano tiene que morir para yo poder vivir supuso el inicio de un gran reseteo interno. Ojalá hubiese abierto los ojos antes, ojalá. Es cierto que después el mundo se ha convertido para mí en un lugar aún más difícil donde vivir. El "tinglao" montado para que sigamos alimentándonos de cadáveres repletos de dolor y sufrimiento es espectacular. Y supongo que ese dolor me llevó a ahondar más en la espiritualidad para tratar de entender aún no sé qué. Supuse que en "este otro mundo", el de las personas espirituales, la mayoría vería lo que yo tardé tantos años en ver. Sin embargo, no es así, la mayoría también está dormida. Y honestamente creo que mientras no haya paz para los animales no humanos no habrá paz para nuestra especie. Es una Ley Universal a fin de cuentas: "Lo que das te lo das". Hoy en día no es necesario que ningún animal muera ni sea explotado para que podamos vivir. Entonces ¿por qué la mayoría de las personas lo seguís haciendo? . En mi despertar espiritual mis maestros son Emilio Carrillo y Eckhart Tolle, ambos con los ojos abiertos ante la mayor atrocidad consentida y cometida por nuestra especie, la matanza de billones de animales para que acaben descuartizados en nuestros platos sin ser necesario. Si alguien necesita información para salir de la mentira más cruel mantenida en el tiempo que no dude en preguntarme