Conclusiones mesa redonda de Estado Universal. Ideas para el plan estratégico
“Estado Universal”, representa una muestra más de ese despertar de la conciencia, que ya existe en millones de personas y que está haciendo posible un salto evolutivo en la especie humana, un cambio de era, un cambio de paradigma basado en la consciencia, el amor y la compasión.
Esta nueva dimensión de conciencia que está emergiendo no tenemos que confundirla con una nueva ideología, una nueva creencia o una nueva religión. Surge del reconocimiento de la disfunción mental del ser humano y de la necesidad de trascender el propio ego.
Comprender que no somos esa voz en la cabeza, sino el espacio en el que tiene lugar el pensamiento nos permitirá conocer nuestra verdadera identidad que es armónica.
Este cambio de conciencia personal posibilita un cambio de conciencia social porque cuando un solo ser avanza el resto de la especie también se ve beneficiado.
Entonces el gran reto del ser humano consciente, es cooperar con otros seres humanos conscientes para conseguir un cambio de conciencia global.
Necesitamos una revolución a todos los niveles: personal, comunitario, educativo, político, económico. Necesitamos una revolución de la consciencia: un cambio profundo en la manera de comprender la vida, el mundo y el papel que en él desempeñamos.
A medida que avance el despertar de la consciencia en los ciudadanos del mundo, las viejas estructuras anquilosadas se irán debilitando hasta desaparecer, lo que permitirá que emerja un mundo justo, sostenible, pacífico, creativo y creador, representado por el estado universal.
Y LA PREGUNTA QUE SURGE EN TODOS Y EN TODAS ES ¿UN MUNDO NUEVO ES POSIBLE?
Quizás las tengamos que buscar en otro lugar diferente al que estamos acostumbrados: en el corazón y no en la razón.
Ya que como dijo Pascal “el corazón tiene razones que la razón no entiende”
Conectar con la inteligencia del corazón supone adquirir una mayor sabiduría e inteligencia para vivir, nos permite ser más conscientes de nosotros mismos y de lo que pasa a nuestro alrededor.
Si además complementamos la inteligencia del corazón con la inteligencia del cerebro se nos abrirá a una mayor comprensión de cuáles son las necesidades a todos los niveles, donde están los problemas y sus soluciones.
¿CÓMO PODEMOS ACTIVAR ESTA INTELIGENCIA DEL CORAZÓN PARA QUE SE CONVIERTA EN EL MOTOR DE CAMBIO EN EL MUNDO?
Uno de los objetivos del estado universal sería el de facilitar formaciones que permitieran cultivar actitudes y cualidades básicas: el amor, la compasión, la paciencia, la tolerancia, el perdón, la humildad, la gratitud, la gratuidad, la apertura, la escucha, la cooperación, la aceptación, el coraje…
Formaciones que enseñen a pensar en grande y en positivo.
Estas formaciones irían desde acciones locales puntuales de sensibilización a programas continuados; desde talleres de crecimiento a la celebración de congresos, mesas redondas, festivales… a nivel mundial, pudiendo contar con la presencia de divulgadores de prestigio.
En otro orden de cosas, el estado universal podría normalizar en las sociedades, proyectos como el comercio justo, los bancos del tiempo, el consumo ecológico, la economía del bien común, la banca ética.
La principal herramienta para la formación, la divulgación y la financiación, es internet. La web “estado universal” ya es una realidad y su reconversión a una red social está en camino.
Las nuevas tecnologías están ya permitiendo avanzar con pasos de gigante hacia una nueva ERA DE CONSCINECIA, pero todavía el POR-VENIR ESTÁ POR-HACER.
Coincido con cada una de estas palabras. La única revolución verdadera es la consciencial, ya la humanidad a experimentado varias revoluciones y se siguen padeciendo los mismos problemas, sin duda es tiempo de una revolución de consciencia. Me sumo a Estado Universal.
Estoy de acuerdo el cambio surge a partir de nosotros mismos, es un cambio de conciencia personal y así poderlo reflejarlo hacia los demás, un mundo nuevo si es posible no es tanto como se señala la razón sino el corazón conectado con nuestros pensamientos que son impulsados por nuestras intenciones y los deseos de imaginar ese mundo posible en cada uno de los aspectos que engloban las actividades humanas. La actitud y un pensamiento positivo son claves para ello.
Los caminos para el despertar de la conciencia son vastos, son cosas elementales que siempre han existido pero que hemos olvidado rescatar o recordar, ignorado, o en determinado momento no hemos conocido por diferentes causas de donde estamos ahora en este mundo globalizado. Es por ello, que es necesario recobrar nuestra esencia que nos permita tener un estado emocional pleno a través del reconocimiento de nosotros mismos, nuestros comportamientos y actitudes, y sobre todo el pensar enfocadamente y de manera positiva. Si es posible.
Lo que está ocurriendo a nivel de conciencia en el mundo es un despertar. Y ese despertar viene provocado por la constatación cada vez más en firme de la disfunción o fracaso de todo aquello que hemos probado como sistema de organización político-social. Ninguno ha logrado generar el bienestar que, como seres dotados de inteligencia superior, nos merecemos. Las aspiraciones más altruistas y sinceras de miles de personas que a lo largo de la historia han concebido y han propuesto, no han podido vencer el muro enorme del ego y de los intereses creados. Ningún régimen ni ninguna ideología ha sido capaz de resolver los problemas de la convivencia social. Porque no se ha pensado con criterio de bienestar común. Pero también porque ha faltado conciencia de comunidad y nos hemos dejado engañar por los que han gobernado el mundo. Hoy estamos despertando y empezando a ver que hay salidas y que UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE y que juntándonos podemos lograrlo. Tenemos que alentar ese despertar y contagiar de ese entusiasmo a los demás, para juntar voluntades y hacer que esa cinciencia crezca hasta que se haga global. Pero tenemos que apelar al cozarón, porque la razón sola no basta.