(12 capítulos en imágenes con ejercicios prácticos)
Capítulo II – “De dónde venimos”
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Aclaraciones: 1.- De qué conciencia hablamos. 2.- Fuentes
1.- De qué conciencia hablamos
Conviene aclarar que en este curso-taller de El Despertar de la Conciencia, cuando nos referimos a “la Conciencia” no tratamos de despertar la conciencia social, la conciencia política, la conciencia ecológica o medioambiental o cualquier otro tipo de conciencia referida a algún ámbito o materia en particular. Cuando se advierte que carecemos de información o conocimientos sobre alguna materia es muy habitual hablar de la necesidad de “tomar conciencia” o “despertar la conciencia” sobre esto o aquello. En nuestro caso no nos referimos a ningún supuesto parcial o particular, sino que, por el contrario, abordamos el estudio de la conciencia como la facultad humana que tiene la capacidad de darse cuenta de los hechos y del mundo, tanto interno personal como externo en general. Abordamos por tanto la conciencia, no referida a objetos, sino a la conciencia en sí, acercándonos a su funcionamiento y mecanismos psicológicos con los que trabaja. No es tarea fácil por cuanto la conciencia no es algo tangible ni medible, y también porque no es algo finito o terminado, sino que continúa evolucionando o despertando en cada Ser.
2.- Fuentes
Conviene también expresar que el conocimiento que la Humanidad hoy atesora en todos los campos se debe a los aportes que, desde muy lejos en el tiempo, nuestras generaciones anteriores fueron acumulando. Por tanto, lo que hoy sabemos y manejamos es gracias a su contribución. Vamos por tanto a lomos de los aportes de nuestros predecesores. Siendo así, queremos desde aquí expresar nuestro agradecimiento a quienes con su sabiduría han inspirado esta breve y humilde exposición sobre la Conciencia. Debemos citar principalmente a G.I. Gurdjieff (Cuarto Camino), Mario Rodríguez (Movimiento Humanista), Ken Wilber (Psicología Transpersonal) entre otros que a su vez bebieron también de fuentes anteriores, entre otras, el Budismo, el Zen, el Vedanta Advaita, etc.
Introducción al Capítulo II
Partiendo del momento presente, iniciamos un viaje a través de la Historia retrocediendo en el tiempo hasta la aparición de la vida humana, los animales, las plantas, la vida primigenia, la formación de la Tierra, del Sol, las estrellas y galaxias, hasta llegar al Big Bang, unos 13.800 millones de años atrás.
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Pregunta cualquier cosa que se te ocurra. Gracias.
Próximo capítulo: “A dónde vamos”
Hola Chema, estoy siguiendo el curso; una duda respecto a este segundo capítulo: si ese es el proceso de creación y desarrollo del universo material… cuándo apareció el alma, el espíritu?
Sería muy atrevido por mi parte contestar a tu pregunta Sergio. Sin embargo todos los maestros y tradiciones serias nos dicen que el espíritu es inmortal, es decir y que ni nació ni morirá y que no depende de la dimensión temporal. Esto es fácil decirlo pero lo importante en esto y otras preguntas de fondo es acceder a experiencias que den certeza, a algún indicador o registro interno que nos haga sentir o intuir este tipo de cosas “que no son de este mundo”, como decía JC. Gracias por tus preguntas.
Ok, gracias Chema. Un abrazo.
“Si difícil fue aprender a pensar, más difícil es aprender a no pensar”. ¿Quizás te refieras al pensamiento compulsivo, cuando esa “voz en la cabeza” como la llama Eckart Tolle se apodera de nosotros?
Sí Patricia. Lo has descrito muy bien. Vivimos inmersos en un mar de pensamientos que además se repiten una y otra vez. Lo curioso además, es que no nos damos cuenta de que la cabeza va a su bola como si fuera un ente independiente (lo es). Nunca nos pide permiso para pensar, lo hace automáticamente. Es como si por el hecho de tener piernas tuviéramos que estar caminando o corriendo las 24 horas del día. Eso es lo que hacen nuestras cabezas y por eso se nos ha dicho que estamos dormidos, porque no la poseemos, sino que ella nos posee a nosotros.
En un espacio infinito, lo que creemos fue el Big Bang ” es mi creencia”, puede haberse repetido de igual forma infinitamente en espacios y tiempos tan lejanos a nosotros que jamás podremos averiguarlo, ya que con los conocimientos físicos que tenemos actualmente es simplemente imposible.
Lo que si parece ser cierto es que -la vida- es la fuerza energética que mueve todo.
Muchas gracias por dedicarnos su valioso tiempo en este universo.
Sí, nuestra pequeña mente no tiene la capacidad de entender la inmensidad del Universo.
El tiempo que os dedico me lo dedico porque Todos Somos Uno. Abrazos y Presencia!